El Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático nos explica el fenómeno de las altas temperaturas y advierte sobre los recaudos que debemos adoptar para que no se vea afectada nuestra salud

Una ola de calor es un período prolongado de temperaturas extremadamente altas que supera los valores habituales para una región y estación del año. Para considerarse como tal, esta temperaturas deben mantenerse por al menos tres días consecutivos y pueden tener impactos significativos en la salud, la infraestructura y el medio ambiente. En Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) establece que una ola de calor ocurre cuando las temperaturas mínimas y máximas superan los umbrales históricos de una localidad durante tres días seguidos o más.
Las olas de calor suelen ser provocadas por sistemas de alta presión que generan un bloqueo atmosférico, impidiendo la llegada de frentes fríos y favoreciendo cielos despejados con intensa radiación solar. Además, el efecto urbano amplifica el calor debido a la acumulación térmica en edificios y pavimentos, mientras que el cambio climático ha incrementado la frecuencia y la intensidad de estos eventos en todo el mundo.
Los efectos de una ola de calor pueden ser graves.
En la salud, pueden provocar golpes de calor, deshidratación y el agravamiento de enfermedades crónicas, especialmente en poblaciones vulnerables como ancianos, niños y personas con afecciones preexistentes. En la agricultura, pueden generar sequías, reduciendo el rendimiento de los cultivos y afectando la producción ganadera. También se produce un aumento en el consumo energético por el uso excesivo de sistemas de refrigeración, lo que puede derivar en cortes de electricidad. Asimismo, las condiciones de calor extremo y sequedad favorecen la propagación de incendios forestales, como se ha visto en diversas regiones del mundo.
Efectos de las altas temperaturas en la salud
El calor extremo puede provocar diversas afecciones en el organismo, algunas de ellas potencialmente mortales si no se tratan a tiempo.
Golpe de calor
Es la consecuencia más grave de la exposición prolongada a altas temperaturas y ocurre cuando el cuerpo pierde la capacidad de regular su temperatura.
Síntomas:
Temperatura corporal superior a 40°C
Piel caliente y seca (sin sudoración)
Confusión, mareos y pérdida de conocimiento
Ritmo cardíaco acelerado y respiración rápida
Convulsiones en casos severos
Qué hacer:
Buscar atención médica urgente
Enfriar el cuerpo con compresas frías o sumergiéndolo en agua
Hidratar a la persona si está consciente
Deshidratación severa
Ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, afectando el funcionamiento de órganos vitales.
Síntomas:
Sed extrema y sequedad en la boca
Fatiga, confusión y dolor de cabeza
Orina oscura y escasa
Latidos rápidos y presión arterial baja
Qué hacer:
Beber líquidos con sales minerales (suero oral, agua con limón y sal)
Evitar el consumo de bebidas alcohólicas o con cafeína
Refrescar el cuerpo con agua fría
Estrés térmico en el corazón
Las altas temperaturas pueden sobrecargar el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de complicaciones en personas con enfermedades preexistentes.
Síntomas:
Palpitaciones y presión arterial baja
Sensación de ahogo o fatiga extrema
Posible desmayo
Qué hacer:
Evitar la actividad física intensa
Buscar un lugar fresco y beber líquidos
Consultar a un médico si los síntomas persisten
Grupos de riesgo
Los efectos del calor extremo pueden ser más peligrosos para ciertos sectores de la población:
Adultos mayores: Tienen menor capacidad para regular la temperatura corporal.
Niños pequeños: Pierden líquidos con mayor rapidez y pueden no expresar adecuadamente la sensación de sed.
Medidas de prevención:
Mantener una hidratación constante
Evitar la exposición al sol en horarios críticos (entre las 11 y las 17 horas)
Mantener los ambientes ventilados o con aire acondicionado
Cómo prevenir el golpe de calor
Para reducir el impacto del calor extremo en la salud, es importante seguir estas recomendaciones:
✔ Beber al menos 2-3 litros de agua al día
✔ Usar ropa liviana y de colores claros
✔ Evitar la actividad física en horarios de mayor temperatura
✔ Refrescar el cuerpo con baños fríos o paños húmedos
✔ Buscar espacios frescos y bien ventilados
Las olas de calor pueden representar un peligro para la salud si no se toman las precauciones adecuadas. Es fundamental reconocer los síntomas de afecciones como el golpe de calor y la deshidratación para actuar de inmediato y evitar complicaciones graves. La prevención y el cuidado son clave para reducir los riesgos asociados a las altas temperaturas.
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