Crisis en Celulosa Argentina: sin producción, con deudas y al borde del colapso
- Redacción

- 31 jul
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La histórica papelera detuvo completamente sus plantas de Capitán Bermúdez y Zárate, en medio de una profunda crisis operativa, financiera y judicial. En default desde mayo, enfrenta un pedido de quiebra y no logra cerrar su plan de reestructuración por 128 millones de dólares. Hay preocupación en el Cordón Industrial por los puestos laborales.

Celulosa Argentina, una de las empresas papeleras más antiguas del país, informó este miércoles a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que sus plantas industriales de Capitán Bermúdez (Santa Fe) y Zárate (Buenos Aires) se encuentran totalmente inactivas, limitando su actividad a tareas de mantenimiento menor con personal reducido. La decisión, explicó la compañía, obedece al "marcado deterioro del capital de trabajo", en lo que representa una de las crisis más severas en sus más de 100 años de historia.
Controlada por Tapebicuá Investment Company, sociedad ligada a José Urtubey, Juan Collado y el inversor estadounidense Douglas Albrecht, Celulosa arrastra fuertes desequilibrios financieros que se intensificaron este año. En mayo, la firma cayó en default, y en junio presentó un plan de reestructuración de deuda por u$s128 millones, que hasta ahora no logró cerrar. En julio, uno de sus principales acreedores, Tecmaco Integral, presentó un pedido de quiebra en el Juzgado Civil y Comercial N°1 de San Lorenzo, Santa Fe, sin que la empresa haya dado respuesta pública.
La crisis se aceleró en abril, cuando la empresa contrató a VALO Columbus para diseñar un plan de salvataje financiero. Poco después, anunció que no podría cumplir con los vencimientos de cheques y obligaciones negociables. Entre abril y junio acumulaba compromisos por u$s25 millones, con más del 56% de su deuda en el corto plazo.
En su último balance, Celulosa reportó una pérdida de $38.769 millones en los primeros nueve meses del ejercicio fiscal cerrado en febrero, y una caída estrepitosa del EBITDA: pasó de u$s55 millones a apenas u$s3,5 millones. Las ventas internas cayeron 32% en volumen, y aunque las exportaciones crecieron, lo hicieron con márgenes muy reducidos.
El plan de reestructuración de deuda que Celulosa presentó ante la CNV contempla una postergación de pagos por dos años, intereses del 3% en dólares y 5% en pesos, y la subordinación del cobro de u$s21 millones por parte del accionista mayoritario. También prevé, en caso de no lograr adhesión suficiente, avanzar con un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) judicializado.
El plazo autoimpuesto por la empresa para alcanzar el acuerdo con sus acreedores vencía este 31 de julio, pero aún no hubo confirmación oficial de que se haya logrado. Mientras tanto, la compañía continúa buscando inversores o socios estratégicos para evitar un colapso total.
Plantas paralizadas y futuro incierto
Con sus dos principales plantas productivas detenidas, sin caja, sin acuerdo con acreedores y con un proceso judicial en marcha, Celulosa Argentina enfrenta una situación límite. La firma ya había cerrado su aserradero San Charbel, en Garruchos, Corrientes, en septiembre del año pasado, dejando trabajadores despedidos.
Hoy, la posibilidad de una paralización total y sostenida ya es un hecho, y la emblemática papelera nacional transita un colapso en cámara lenta, mientras lucha por sobrevivir en un escenario cada vez más adverso.
Fuente: Ámbito Financiero









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